MANÍACO
La manía (del griego antiguo μανία maníā ‘locura, demencia,
estado de furor’) es un trastorno mental consistente en una elevación anómala
del estado anímico. Forma parte de los trastornos del ánimo, constituyendo una
de las fases del llamado trastorno bipolar.
ANFETAMINA
Es utilizada para pasar largas noches sin dormir,
apareciendo en forma de polvo, fácilmente obtenible, que es inhalado. Los
efectos van desde euforia, vista borrosa y energía no habitual a sudoración,
vómitos y ataques de ansiedad. Los consumidores pueden pasar varios días
consecutivos sin dormir, con el consecuente cansancio psíquico que lleva a
veces a crisis de PARANOIDA Y ANSIEDAD.
METAZOL
Es un fármaco perteneciente a la familia de las pirazolonas,
cuyo prototipo es el piramidón. También se le conoce como dipirona, usado en
muchos países como un potente analgésico, antipirético y espasmolítico.
Pertenece a la familia de las pirazolonas (código N02B B del grupo Código ATC
N02). El principio activo metamizol puede presentarse en forma de metamizol sódico
o metamizol magnésico.
LOBOTOMIA
La lobotomía es la destrucción total o parcial de los
lóbulos frontales del cerebro sin ablación, en cuyo caso hablaríamos de
lobectomía.
Las primeras tentativas de esta práctica en seres
humanos ocurrieron a partir de 1935, cuando el neurólogo Egas Moniz se unió con
el cirujano Almeidas Lima en la Universidad de Lisboa para realizar una serie
de leucotomías prefrontales, un procedimiento que separaba la conexión entre la
corteza prefrontal y el resto del cerebro.
TERAPIA ELECTROCONVULSIVA
La terapia electroconvulsiva (TEC), también conocida
como electroconvulsoterapia o terapia por electrochoque, es un tratamiento
psiquiátrico en el cual se inducen convulsiones utilizando la electricidad.
Actualmente la TEC es utilizada mayormente para tratar
la depresión aguda que no responde a otros tratamientos. La TEC se usa también
para tratar manías, catatonia, esquizofrenia y otros desordenes mentales. Esta
terapia comenzó a usarse en los años cuarenta y cincuenta; hoy en día se
calcula que alrededor de un millón de personas en el mundo reciben TEC cada
año,1 generalmente de 6 a 12 tratamientos administrados de 2 a 3 veces por
semana. Existen tres variables fundamentales en la aplicación de la terapia
electro-convulsiva: la colocación de electrodos, la duración de la estimulación
y las propiedades electrofísicas de la estimulación. La TEC ha sido probada
clínicamente como el tratamiento más efectivo para la depresión aguda. Sin
embargo, para al menos la mitad de las personas que reciben este tratamiento,
los beneficios son solamente temporales. Después del tratamiento se puede
continuar con la terapia de medicamentos y algunos pacientes siguen recibiendo
tratamiento continuado con TEC. Los efectos secundarios de esta terapia
incluyen amnesia, la cual puede ser permanente en la minoría de pacientes, y
confusión, la cual generalmente desaparece en las horas siguientes al
tratamiento. Está ampliamente aceptado el hecho de que la TEC no causa daño
cerebral,[cita requerida] aunque varios pacientes se han quejado de pérdida
temporal o permanente de la memoria. El consentimiento del paciente después de habérsele
informado de los riesgos es un requerimiento habitual en la terapia
electro-convulsiva moderna; por otra parte, el tratamiento involuntario no es
común y se da típicamente sólo cuando se está ante un caso de vida o muerte.
ESQUIZOFRENIA
Algunas palabras irrumpen en nuestra conciencia con la
violencia de un trueno en una callada noche de verano. Esquizofrenia es una de
ellas, escuchamos hablar sobre ella a menudo, la reconocemos, la tratamos mucho
más a menudo de lo que pensamos, y aún así nos asusta. Nos provoca imágenes
aterradoras, muchas derivadas lo que hemos visto en el cine, de observaciones
sesgadas por quienes más tocados por la enfermedad, o sin soporte para
afrontarla adecuadamente, no pueden ya ocultarla y nos miran con rostro
perplejo, o desconfiado, desde entre los cartones del portal de la esquina. La
esquizofrenia es la enfermedad de esa espectral anciana que parece presta a
mordernos en cualquier momento, es la enfermedad de ese tipo de mirada vacía y
sonrisa cínica que amenaza con esconder un cuchillo en la mano que queda oculta
tras su espalda, o la del hombre que habla con su sombra en el cajero
automático, pero nunca la del médico, la del abogado o la del arquitecto que
toma su medicación y puede seguir ejerciendo, la de las personas que tras
sufrir un episodio psicótico continúan con su vida, siguiendo controles
psiquiátricos y un tratamiento adecuado.
DISQUINESIA
La disquinesia ciliar primaria (DCP) o síndrome de Kartagener
es un trastorno congénito que afecta a la estructura de cilios y flagelos. Este
defecto provoca alteraciones en su barrido (ausencia, anormalidad o
descoordinación de los cilios en conjunto). En el 50% de los casos se asocia a
un situs inversus (distribución de los órganos del cuerpo en imagen espejo). Es
una enfermedad genética, autosómica recesiva, de baja frecuencia en general,
con una prevalencia de aproximadamente 1 de cada 16.000 nacidos vivos.
ANTIDEPRESIVOS
Sos antidepresivos son medicamentos para el
tratamiento de las depresiones mayores. Se dividen en tres clases: los
inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), los tricíclicos, y los
antidepresivos de segunda generación, que actúan sobre la recaptación de los
tres principales neurotransmisores que intervienen en la depresión, es decir,
la serotonina, la dopamina o la noradrenalina, o de dos de ellas. Estos últimos
fármacos se encuentran entre los más recetados actualmente en psiquiatría. La mayoría
de los antidepresivos son eficaces también en el tratamiento de los trastornos
de ansiedad, frecuentemente asociados a las depresiones.
Algunos antidepresivos se usan también para el
tratamiento de otras dolencias. Así, por ejemplo, los tricíclicos se recetan en
caso de dolor neuropático y de dolor crónico, aunque el paciente no sufra
depresión o ansiedad. Para estos tratamientos se emplean dosis menores, y a
menudo producen efectos más rápidos que otros medicamentos.